Una parada en el camino

Una parada en el camino

Archivos mensuales: marzo 2011

Quien tiene el mando, tiene el poder

Me preguntan por los cambios acontecidos en la televisión desde su creación hasta nuestros días, y por un momento parece que estemos hablando del cosmos. Y así es, porque de repente me cuestiono una vez más este cosmos que nos rodea y que se mete en nuestras casas sin previo aviso. Un cosmos que tiene naturaleza viva pero sobre todo, mucha muerta. Que está en continuas fases de declive y, quién sabe si a modo de una catarsis que sirva para que en algún momento, se reinvente.

Lo que en un principio se hacía llamar el medio informativo con más capacidad para llegar allí donde estaba la noticia y mostrar la realidad in situ, virgen, sin manipulación previa, de forma veraz, objetiva e ilustrativa, se ha convertido en una plataforma totalmente condicionada por los baremos económicos del mercado, donde los índices de audiencias son los que marcan los contenidos, las formas y los horarios de emisión.

Desde la privatización de la televisión, las audiencias dictan qué vamos a ver. Y estas audiencias se miden a través de los audímetros que gestiona la empresa KANTAR MEDIA (antes lo hacía SOFRES), única en España que realiza este servicio a las televisiones de nuestro país. Tiene distribuidos unos 4.500 ejemplares por domicilios particulares. El espectador que tiene estos contadores en casa ha de identificarse cada vez que enciende el televisor, por lo que estas molestias causadas no se aceptarían si no fuese a cambio de regalos domésticos, como cafeteras, ollas, radios, etc. No hay que suponer demasiado para saber que cuanto menor nivel cultural tenga la persona en cuestión, más fácil será que acepte tener este “chisme” en casa, a cambio de tan suculentos detalles… Entonces, ¿4.500 espectadores pueden representar a los más de 40 millones de españoles? Y es más, ¿este perfil seleccionado se identifica con la mayoría? Las personas con un menor nivel intelectual o que pertenece a una clase media- baja seguro que preferirá llegar a su casa y ver programas que le entretengan. Los españoles sufren cada vez más dificultades para salir adelante, por lo que al final la televisión acaba resultando un medio más de evasión, y no de educación…

El caso es que por muchos motivos, los Informativos han pasado a ser la “oveja negra” de muchas televisiones, nos pese a quien nos pese. Un ejemplo bastante significativo lo encontramos en la película NETWORK (1976), donde el presentador del noticiero nacional anuncia su suicidio en directo. Algo descabellado acaba convirtiéndose en una estrategia más de negocio, y quizás en la salvación del propio canal. El trabajo de informar a diario de un periodista consagrado como lo es el protagonista, acaba siendo reemplazado por el revuelo que causa su amenaza. Entonces, el público y el resto de medios sí se interesan por el informativo, y de nuevo aparece eso que llaman “el todo vale”. Nadie quiere poner límite porque a gracias a semejante bochorno, un informativo puede sobrevivir en medio de la televisión carnaza. Lo que vemos en NETWORK es simplemente una metáfora de lo que sucede en el medio televisivo de nuestro país. Y carnaza somos todos, pero algunos sabemos elegir. ¡Y tenemos donde elegir! Aunque los canales más interesantes de la TDT sigan siendo de pago, no podemos dejar llevarnos por la opinión de la mayoría y mantener el silencio. Elijamos bien, se puede hacer, pero lo primero es llamar a cada cosa por su nombre. Sólo cuando tengamos claros los conceptos, tendremos criterio suficiente para analizar y elegir bien qué queremos ver y qué verán nuestros hijos. Tenemos que diferenciar muy bien qué es educar e informar, y qué es entretener o conmover. No vale bajar la guardia delante de la televisión, ella sabe que una imagen vale más que mil palabras, así que no todo lo que vemos es una muestra fiel de la realidad… Entonces, ¿quién observa a quién?

Para seguir dándole vueltas a la cabeza, no dejéis de ver este documental- ficción, que aunque es un clásico, merece la pena verlo siempre hasta el final…. OPERACIÓN LUNA